viernes, 31 de diciembre de 2010

Algunas razones para ser feliz

Hace unos meses escribí un blog sobre la unidad de la humanidad, y entonces mencione que la próxima vez escribiría sobre los motivos que tengo para creer en Dios. Dado que no soy teólogo, filósofo o algún tipo de erudito, ni mucho menos, no pretendo que lo publicado en este espacio tenga un nivel de profundidad, sabiduría o infalibilidad que podría esperarse si lo fuera. A lo que si puedo aspirar es a ofrecer una reflexión sincera basada en mi experiencia y en algunas conclusiones a las que he llegado en base a lo que he podido aprender en los últimos años de mi conversión.

Creo que la mayoría de las personas creen en Dios o tienen la idea de que existe un ser superior, pues la mayoría de las personas o pertenecen a una religión y/o están buscando la existencia del mismo, esto se puede deber a que esta búsqueda esta ligada a la búsqueda de la identidad propia del ser humano y la finalidad de su existencia, es decir, el hombre al buscar a Dios también se esta buscando a sí mismo. Y porqué el hombre se busca a sí mismo? me parece que la respuesta a esa pregunta yace en el fondo de todo corazón humano, pues no importa el status social, la edad o el coeficiente intelectual, todos siempre en un momento de la vida tienen estas inquietudes, las cuales se pueden manifestar de diferentes maneras, tal ves en algunos casos, no con una interrogante planteada de manera directa pero si por una inquietud causada por un sentimiento de falta de plenitud o de felicidad.

En esta búsqueda no es extraño entonces que el hombre, a lo largo de su historia, haya "inventado" tantos dioses, conceptualizados de la manera más tradicional, como seres superiores al hombre y que contienen la explicación del origen y finalidad de este. Y que también hayan surgido algunos anti-dioses, por así decirlo, los cuales denomino a las ideologías, filosofías o corrientes que niegan la existencia de los dioses y que le tratan de dar una identidad y propósito al hombre dictándole una forma de cómo vivir (ahí se pueden listar el comunismo, el materialismo, el gnosticismo, la nueva era, etc.) . Se podría decir que todo ello ha ido evolucionado con el hombre y su entorno, que trastocado por constantes cambios producto de diversos factores, han producido la aparición de tantos credos, y el hecho que hayan tenido algunos tanto apogeo (y muchas otras veces debacle) es muestra de que el hombre esta hambriento de creer en algo, aunque a veces solo crea en sí mismo y en lo que lo rodea, viviendo de la inmediatez de su existencia, sin importarle demasiado buscar algo superior o trascendental, que es otro tipo de corriente, una que actualmente tiene varios adeptos.

No es el objetivo de este blog tratar estos credos, opciones o suplencias de Dios, lo anterior es solo un marco en el cual pretendo colocar algunas razones muy simplistas, las que califico así por las limitaciones que mencione inicialmente, pero que no dejan de ser, desde mi punto de vista, un testimonio de vida verdadero y que cuenta con fundamentos de fácil y ordinaria aplicación a varios otros casos de vida, entre los cuales espero que se encuentre el tuyo.

Hace unos años, no hubiera tenido el menudo problema que tengo ahora, el tratar de resumir la respuesta a esta pregunta: ¿por qué crees en Dios?. Ahora para iniciar empezare con una pregunta muy ordinaria: ¿qué es aquello que todos los hombres y mujeres buscan en esta vida? Unas respuestas sencillitas podrían ser: la felicidad, la paz, el amor o en otras palabras buscar la satisfacción o realización de la vida.

Así que vamos a enfocarnos en la felicidad, ya que creo que es uno de los motores del ser humano y una de las cosas que lo definen como tal, pues solo los hombres se preocupan de buscar su felicidad, su plenitud, la paz de su entorno y de su conciencia. Cabe resaltar, que me estoy refiriendo a un tipo de felicidad que no se puede comprar, y que incluso no se logra sólo por puro mérito propio. Me explico, si compro un televisor LCD de 42 pulgadas con un equipo de sonido de 12 parlantes probablemente pueda sentir felicidad, pero es muy efímera y superficial, se acaba a los pocos minutos de apagar el televisor, o si me compre un auto nuevo, también sentiré felicidad, pero se termina cuando me bajo del auto y me voy a la cama mientras trato de conciliar el sueño pensando en las cuotas con los respectivos intereses que debo empezar a pagar el próximo mes. Esa felicidad superficial se comprara como cuando, luego de haber estado caminando por horas en el desierto bajo un sol ardiente, encuentro un pañito húmedo, que me sirve sólo para restregármelo en la cara para intentar calmar el calor con el agua tibia impregnado en él, la verdadera felicidad a la que me refiero sería como encontrar una botella de vidrio con agua helada, la que me puedo BEBER hasta saciarme completamente. Entonces pueden ver la diferencia? la felicidad verdadera es una que te llena enteramente, y que al conocerla, piensas que no hay otra como ella, y ya no puedes dejarla, aquella es la felicidad a la que me refiero, y es la felicidad que puedo decir que he llegado a conocer, acompañada de una profunda paz, y unidas ambas con una fe en algo concreto y verdadero. Y cabe mencionar que antes no he sido alguien a quien le ha faltado lo material ni tampoco he sido alguien que ha evitado hincar los dientes en cosas mundanas, lo he hecho, y mucho de ello a mi parecer fue superficial, por ello me parece que puedo dar una opinión con conocimiento y razón.

Ahora, unas preguntas que me podrían hacer son: ¿Cuál es el motivo de esa felicidad?, ¿De dónde puede provenir esa paz o plenitud? y ¿por qué piensas que lo tuyo es una felicidad verdadera mayor a las demás? contestaré estas preguntas con otras dos preguntas y una conclusión.

La primera contra-pregunta sería, ¿cuándo te has sentido realmente feliz? Piensa ahora en un momento en que hayas sido feliz, realmente feliz, creo, si no me equivoco, la mayoría pensará, y esto basado en una encuesta que leí en un periódico, que esa felicidad está asociada a un momento en que sentiste amor por otra persona (o por algo incluso) y esa otra persona te amo de vuelta, digo esto porque en esa encuesta se preguntaba: ¿Qué era lo más importante en la vida para una persona?, las opciones eran, la familia, la profesión, los estudios o el dinero. La opción ganadora fue la primera por un amplio margen, y es que en la familia, lo que uno encuentra es amor y con ello felicidad, está ahí el amor entre el esposo y la esposa (similar al de novios o enamorados), entre hermanos (o entre amigos), entre la abuela y el nieto, etc. Entonces contestando a la primera pregunta, diría que soy feliz, porque me he descubierto amado por un nuevo tipo de amor, uno que no pensé que existía, uno incondicional, uno que al principio imaginaba que podría compararse al de una madre por su hijo, al de la esposa por el esposo, pero luego comprobé que era de ese tipo y todos a la vez, y aún más profundo que todos ellos juntos, lo que sientes es el amor de tu creador, de tu definidor, de aquel que te concibió como tal, y de aquel que te cuida cada día, cada noche, cada minuto, cada segundo, que te quiere tal cual eres, con todos tus defectos y virtudes. Y luego descubres que ese amor, rebasa tu conciencia y tu limitada capacidad de razonar y amar de vuelta, es un amor de locura, que no puedes guardar sólo para ti, sino que necesitas compartirlo y al mismo tiempo descubres cómo se propaga y crece alrededor tuyo y que justamente muchas veces mediante otras personas como tú, es que Dios te hace llegar su amor. Entonces, ¿cómo descubrirse así de amado no te va dar una felicidad plena?, aquí tengo una razón por la cual creer en Dios, porque el conocerle me llena como persona, me completa y me identifica.

La segunda contra-pregunta sería ¿en qué momento tú sentiste paz? paz entendida como un estado en que tu conciencia está completamente tranquila, yo indefectiblemente, antes de mi conversión, me remonto a la infancia, de cuando era un chiquillo de 3 o 4 años (lo suficientemente joven como para que mi mente no se comience a echar a perder con paradigmas erróneos y lo suficientemente viejo para tener uso de razón y memoria), cuando jugaba con cualquier cosa (una cajita de fósforo podía ser el carrito más bonito jamás fabricado), cuando no me importaba el dinero, ni mi aspecto físico, ni mi status social, ni tampoco me importaban decir siempre la verdad, no me importaba nada y normalmente no tenía miedo a nada, y si tenía miedo, ahí estaban mis papás para defenderme, y con ellos, cuando me filtraba a su habitación en las noches o en la madrugada, dormía más rico que nunca. Esa paz desaparece al ir creciendo, las preocupaciones, los deberes y el mundo te comienza a agobiar, y dejas de ser un niño, pero esa paz es a la que me refiero ahora, la de no temer a nada, la de abandonarse y confiar ciegamente en los padres, la de ser un niño nuevamente, es la paz de conocer de que en el mundo adulto en el que ahora vives, existe alguien que te cuidara, que verá que no te falte el alimento, la salud y el amor, que te perdonará tus culpas, que sanará las heridas de tu corazón (mediante los sacramentos), que te permitirá vencer sobre todo aquello o aquel que te quiere destruido, con quien puedes conversar para contarle tus pesares y agradecerle sus dones y ese alguien no es otro humano falible como tú y yo, que seguramente hemos roto más de un corazón en la vida, ese alguien, que existe, como tú y como yo, no es humano, es Dios, es Cristo. Entonces otra razón que tengo para creer en Dios es porque en el día a día de mi vida me demuestra su existencia y la obra que ha hecho en mí, no solamente por la paz que me da la confianza de contar con él, sino por acciones concretas con las que interviene en mi vida, mediante esas “casualidades del destino” o mediante otras personas que utiliza para hacerme saber que él siempre está ahí.

Y para la tercera pregunta, ¿porqué pienso que esta paz y felicidad es la mejor o la más verdadera que puedo conseguir? es una pregunta que también me hice yo, y que me contesté al llegar a una conclusión, pero no fue una concusión que tuve luego de un debate mental de media hora, ni de dos horas, ni de un día ni de dos, sino de mucho tiempo más, varios años podría decir, y aún ahora si a veces me lo vuelvo a preguntar, sigo llegando a la misma conclusión, dado los nuevos hechos que observo en mi vida y la de los demás. Basta ser un poco analítico y observador, si eres analítico, revisa los hechos históricos, ¿qué religión a cosechado tantas obras, tanto bien, tanto desarrollo en la humanidad, desde hace 2000 años, bajo el mismo parámetro, el de seguir a Cristo, como lo ha hecho la religión católica? se que 2000 años en la historia del hombre no es mucho, pero si consideras todos los regímenes e ideologías que han ocurrido desde entonces, todas han desaparecido o se han debilitado, pregúntate ¿qué posibilidades hay que el hijo de un carpintero, de un pueblito perdido en el desierto, sea el personaje más famoso de la historia de la humanidad a través de los siglos y su importancia en la sociedad de los creyentes y no creyentes parece no disminuir, sino aumentar con el tiempo?, ¿qué posibilidades hay que un grupito formado por algunos hombres nada sobresalientes, como pescadores o pastores hayan logrado que su movimiento se haya multiplicado a miles de millones a nivel mundial, en cientos de países y lenguajes a lo largo de la historia?. Fue por la imposición de los reinados católicos? fue por las guerras santas que se libraron en las cruzadas o la conquista de los pueblos más débiles? crees que solo fue eso? me parece que si hubiera sido el resultado de la dominación de una cultura, la Iglesia Católica ya habría desaparecido hace bastante tiempo, como cualquier dictadura que aparece y desaparece. Esta no ha desaparecido, ¿por qué está tan vigente entonces? ¿por qué continua conquistando corazones? es que es un plan bonito? que te habla de amor, de paz y de felicidad? si, claro, son los fundamentos de mi tesis en este blog, y que he utilizado por ser cosas concretas que he podido experimentar, pero tampoco se queda ahí, no se queda sólo en lo "bonito" que recibes, sino que te das cuenta que detrás de todo ello hay un Dios, un Dios que se hizo hombre, Cristo, que ese Cristo no fue una leyenda, sino que realmente vivió en la tierra, vino a salvar a la tierra a fundar su Iglesia y a salvar a TODOS los hombres, y hoy sigue actuando, está tan vivo como tú y como yo, y por ser hombre y Dios, nos puede comprender y amar tanto, por él esta Iglesia ha subsistido todos estos años, porque está compuesta por hombres falibles pero también está guiada e inspirada por el Espíritu Santo y finalmente es este quien termina de atraer a los corazones a descubrir esta fuente de amor que no se acaba y los unifica en un solo cuerpo encabezado por Cristo. Esta es la gran diferencia con todas las religiones y opciones de vida, que no las critico directamente, pero pienso que si tienes la oportunidad de conocer esta, hazlo, yo la he visto curar a muchas personas y las he visto con esa paz y felicidad de la cual hablo, que espero que todos puedan tener, y que es el motivo de porqué siento la necesidad de escribir este blog, y así como yo, miles de otros hacen mucho más por dar a conocer esta verdad.

Para finalizar, me hago una pregunta más, que pasaría si todo en lo que he creído fuera mentira?, que la religión y la existencia de Dios fuera pura "sugestión mental", que mi psicología decidió tener un Dios como mecanismo de protección, y que llegara a un punto de auto negación que no viera los hechos como los milagros, que son miles los confirmados por la Iglesia con todos los medios científicos sin ninguna explicación natural y miles más sin confirmación, que me negara a otro hecho que por sí mismo haría convencer a muchos, que es el testimonio de vida de miles de santos que existieron y existen ahora en el Cielo, que no conocieron fama, ni poder, ni gloria pero que consumieron su vida por puro amor a Cristo y por él a los que lo rodearon, que ese amor parece inexplicable y no se entiende porque en este mundo en que pareciera que la filosofía de vida reinante es vivir y disfrutar lo mejor que puedas aquí y ahora, ellos dieron su vida por dar a conocer a Cristo porque sabían (y saben) que es el único médico que puede curar las heridas del alma, y hoy en la actualidad existen muchos otros héroes anónimos que tratan de llevar esta verdad a los lugares más recónditos del planeta con obras concretas de caridad como llevar ayuda médica, educación y apoyo económico y moral a los más necesitados de la sociedad humana, y lo hacen por amor, porque descubren a Cristo en aquel que los necesita y han comprendido que lo más importante en la vida es aprender la lección del amor. Si fuera completamente ciego a todo ello y a las manifestaciones de Dios mismo a través de las apariciones de sus santos, de los cuales la Virgen María (de quien también prometo hablar pronto) ha sido la protagonista de muchas, completamente documentadas entre las cuales se cuenta la de Fátima en la que miles de personas observaron un fenómeno solar sin ninguna explicación científica y que ocurrió exactamente el día que la pastorcita Lucía dijo que ocurriría porque la misma Virgen dijo que daría una prueba para que todos crean y así ocurrió. Si fuera completamente necio que al conocer todo y la rica y sabia doctrina de la Iglesia fundamentada en las enseñanzas del mismo Jesucristo e inspirada por el Espíritu Santo luego de él, que tiene una respuesta a toda pregunta que el hombre pueda tener sobre cómo alcanzar su plenitud, pero que muchas veces no es conocida y mas bien es duramente criticada y perseguida. Si tuviera todo esto frente a mí y DECIDIERA no creer, o si mas bien, poniéndome en otro punto de vista, no conociera nada de esto, no te parece un buen tipo de vida? Es decir, si yo fuera completamente escéptico por los motivos que tuviera o simplemente alguien que no conoce de lo que estoy escribiendo, entonces creo aún así vale la pena cuestionarse si la vida que vivo es una con la que me siento completamente feliz y pleno, y si no, si hay algunas cosillas que te inquietan, si tienes algunas cosas guardadas en el ático, si sientes un vacío en el corazón que no sabes cómo llenar, si piensas que la vida es solo una rutina y que el mundo que te rodea parece bueno pero en el fondo sientes que no te satisface, antes de ir con un psicólogo, te recomiendo que trates de conocer a Jesús.

Y hoy, al finalizar este año, es buena oportunidad de leer el libro de tu vida, y revisar cómo te ha ido hasta ahora y cómo planeas escribir en las próximas páginas, espero que estas líneas te sirvan para reflexionar un poco, este es el motivo que tengo para hacerlas, porque siento que luego de conocer y asumir mi condición de hombre creado por Dios, salvado por Cristo y alimentado por el Santo Espíritu no me queda otra que divulgarlo por este medio, porque es una verdad que mereces conocer. Espero quieras encontrarla. Jesús te espera.