domingo, 14 de febrero de 2010

Una Sola Carne


Los domingos son días en los que el tiempo parece transcurrir más lentamente, tal ves porque te deja pensar un poco más, uno de aquellos días, luego de observar una escena que me pareció encantadora, salí ha caminar, y pensando en ella y en algunos acontecimientos que me ocurrieron recientemente se me ocurrió escribir sobre lo que a mi me pareció un evento sobrenatural en un ambiente bastante natural.


Hace unas semanas, fui a visitar a un amigo que se encuentra recobrándose de una enfermedad que le pudo costar la vida, ahora se encuentra postrado en su cama, con una parálisis parcial, solo puede mover un poco los brazos, puede hablar, aunque tiene parte del rostro paralizado y aunque su lucidez es normal, no puede valerse por sí mismo, esa era la tercera vez que iba a visitarlo y anteriormente ya había notado algo que aquella vez volví a confirmar. Era como a pesar de tener esta enorme dificultad, su esposa esta ahí para atenderlo con todo el cariño que podría tener una madre por su hijo, la imagen de ella amándolo de esa manera fue realmente conmovedora. Esto no debería dejar de ser gran cosa considerando la situación de la sociedad actual, quiero decir, cuál es la diferencia que tiene esta pareja con respecto a aquellas de las que se leen en los diarios, o en lo noticieros mañaneros, por el trágico final que tuvieron, violencia doméstica, infidelidades, raptos, juicios por alimentos y hasta homicidios entre otros. Es una comparación extrema, pero sino veamos en nuestro entorno, o en las familias o parejas que conocemos o incluso en nosotros mismos, cómo enfrentaríamos una situación como esta?: levantarse cada mañana a prepararle los alimentos especiales para tu pareja enferma, darle de comer, asearla, acomodarla en su cama, conversar con ella un rato porque no la vas a dejar abandonada todo el día, curarle sus heridas, soportar su desánimo o mal genio y regalarle palabras bonitas y de aliento para que sepa que aún hay esperanzas de mejora, y lo más importante, no quebrarse, no llorar para no desanimarlo aun más, sin importar cuan doloroso sea ver aquella persona que amas tanto en una situación tan lamentable, soportar la idea de que aquella a quien amas esta sufriendo y tu no puedes hacer nada al respecto, más que mantener la esperanza de que se mejore con su voluntad y la tuya.


No suena fácil. Ciertamente no lo es. La simple idea de esto podría hacer pensar en que no todos tenemos esa fuerza interna como para soportar esta situación. La pregunta entonces sigue ahí, porqué ellos si? Será que están tan enamorados?, será la fuerza del amor la que le alimenta a ella para amarle hasta que la muerte les separe? (de donde es esa frase?, la respuesta la vi en un cuadrito colgado en su sala) si, parece que por ahí va la respuesta. Es la fuerza del amor, si, pero, ¿cómo estar seguros? o ¿cómo saber si nosotros tendremos esa fuerza para atravezar alguna situación difícil con nuestra pareja, somos lo suficientemente poderosos como para controlar nuestros destinos y nuestro alrededor para evitar que una tragedia pase por encima de nuestro hogar? pues, no. Entonces necesitamos de una ayuda. Necesitamos que alguien nos diga, Uds. no deberán preocuparse porque la fuerza del amor caerá sobre Uds. y podrán enfrentar cualquier situación y solo la muerte podrá separar su unión. No es poca cosa cierto? si uno esta enamorado, lo mínimo que piensa es querer continuar con esa persona, por ello la tratas de ver diariamente y eventualmente piensas en vivir con ella, en esos momentos no piensas: "bueno esto deberá estar durando unos días más y seguro se termina", no, normalmente piensas en vivir un poco más con ella, pero siempre esta la incertidumbre de si ese amor no se acabará.


Entonces definitivamente se necesita de una ayuda, y esa ayuda, viene de la fuerza del amor, que no es otra que la fuerza de Dios derramada en el sacramento del Matrimonio. He ido a varios "matris" y me pongo a pensar: realmente este par saben en lo que se están metiendo? o serán consientes de la gracia que pueden estar recibiendo?. Creo que la mayoría sabe que Dios existe, para los que no, algún día escribiré algo al respecto, pero todos pensamos o tenemos una idea de que Dios existe. Bueno la noticia es que Dios existe y se hace presente en los sacramentos, si uno quiere una prueba de su existencia, trate de vivir cabalmente uno de estos sacramentos. Pero volviendo al tema, ahora muchos pensarán: "pero si yo conozco muchas parejas que se casan, realizan el sacramento e igual fallaron, se separaron, divorciaron o terminaron peor aún, entonces el sacramento no asegura nada". Si, ocurre, tanto como una persona que pretende cruzar un desierto que tome 50 años cruzarlo piense que cargando un par de galones de agua será suficiente para cruzarlo, lógicamente tarde o temprano el agua se le acabará, probablemente aún así logre hacerlo, porque Dios le ofrecerá algunos oasis en el camino, de los cuales se aproveche, pero cómo estar seguro de encontrar esos oasis y no pensar que son espejismos o pensar si el agua esta envenenada? si, es posible pasar, a duras penas, pero no hay seguridad en ese método.


Lo que funcionaria, para aceptar este reto sin temores, es que tengamos la seguridad de encontrar agua cada día, y si un día falta, tener la seguridad que al día siguiente si la encontraremos, suena mucho mejor no? bueno esa agua es la fuerza del amor, que alimenta a la pareja a superar problema tras problema, y esa fuerza del amor, dentro de la religión católica es conocida como Espíritu Santo, y este es el que nos puede dar la seguridad que las cosas funcionarán en nuestra vida, que las esperanzas tienen sustento y que Dios siempre estará para ayudarnos en el último momento, suena mucho mejor cierto?. Entonces es un poco incomprensible porque tantas parejas, que creen en Dios, no asumen esto y no le dan la importancia que tiene este sacramento en sus vidas, bajo diversos motivos se ha ido quitando este sacramento de la vida de una pareja que piensa haber encontrado la media naranja de sus vidas, algunos dicen que no es importante, que solo es una ceremonia, una tradición, y prefieren la convivencia y el apoyo sobre otros medios para asegurar su futuro, como seguros, acuerdos prenupciales u otros mecanismos que siguen confirmando la inseguridad que sienten al dar ese paso, y otras parejas lo hacen pero solo porque se debe hacer, lo cual, como vimos, podría ser insuficiente.


Volviendo al caso de mi amigo, me pregunto, qué hubiera pasado si ellos no hubieran realizado el sacramento?, tal como ellos mismos me contaron que casi no lo realizan, pero lo hicieron finalmente porque su plan original de realizarlo con una ceremonia un tanto más light por así decirlo, no les funciono, así que finalmente optaron por la ceremonia católica, y como ellos mismos me dijeron quedaron muy felices porque les salio "muy bonita", lo cierto es que aparte de ser bonita, concientes o no concientes se llevaron un regalazo, que es aquella fuerza de la cual hablamos líneas arriba y que estoy seguro es el agente que les ha permitido sobrevivir sus dificultades.


Volviendo por donde empecé, aún caminando aquel domingo, recuerdo nuevamente aquella escena que empezó este escrito, se trataba de una pareja de esposos ancianitos, sus ropas indicaban que no eran de grandes recursos económicos y en sus cuerpos se podía notar el peso del paso de los años trajinados sobre sus vidas, yo estaba sentado en una banca en la parroquia cerca a mi casa, y ellos entraron tomados de la mano, afirmándose uno al otro, como si uno fuera el bastón del otro, se sentaron dos bancas delante mio, y se quedaron ahí en silencio, mirando la cruz que había al frente, la señora apoyo entonces la cabeza sobre el hombro de su esposo, él le acaricio un poquito y siguieron ahí en silencio, ella descansando sobre él y ambos mirando la cruz, que coincidentemente era la misma cruz bajo la cual mi amigo se había casado años atrás, lo supe por la imagen que vi colgada en su sala aquel día de la visita y al reconocerla les pregunte por ella y me contaron la historia.



No es esta escena de los viejitos, como la historia de mi amigo un tanto sobrenatural? bueno yo creo que si, porque cruzar un desierto que toma cruzar 50 años no es fácil y compartir una vida amando a alguien, a pesar de los embates del destino, como sufrir una penosa enfermedad, tampoco lo es, pero es posible, si tenemos esa ayudita que comente líneas arriba. Si Dios creo al hombre y la mujer para que sean una sola carne, porque no pensar de que pondrá los medios para que esto se realice, el medio existe, solo es cuestión de conocerlo y tener fe en ello, lo demás va por su cuenta.