martes, 1 de enero de 2013
Ven y Verás
viernes, 31 de diciembre de 2010
Algunas razones para ser feliz
Creo que la mayoría de las personas creen en Dios o tienen la idea de que existe un ser superior, pues la mayoría de las personas o pertenecen a una religión y/o están buscando la existencia del mismo, esto se puede deber a que esta búsqueda esta ligada a la búsqueda de la identidad propia del ser humano y la finalidad de su existencia, es decir, el hombre al buscar a Dios también se esta buscando a sí mismo. Y porqué el hombre se busca a sí mismo? me parece que la respuesta a esa pregunta yace en el fondo de todo corazón humano, pues no importa el status social, la edad o el coeficiente intelectual, todos siempre en un momento de la vida tienen estas inquietudes, las cuales se pueden manifestar de diferentes maneras, tal ves en algunos casos, no con una interrogante planteada de manera directa pero si por una inquietud causada por un sentimiento de falta de plenitud o de felicidad.
En esta búsqueda no es extraño entonces que el hombre, a lo largo de su historia, haya "inventado" tantos dioses, conceptualizados de la manera más tradicional, como seres superiores al hombre y que contienen la explicación del origen y finalidad de este. Y que también hayan surgido algunos anti-dioses, por así decirlo, los cuales denomino a las ideologías, filosofías o corrientes que niegan la existencia de los dioses y que le tratan de dar una identidad y propósito al hombre dictándole una forma de cómo vivir (ahí se pueden listar el comunismo, el materialismo, el gnosticismo, la nueva era, etc.) . Se podría decir que todo ello ha ido evolucionado con el hombre y su entorno, que trastocado por constantes cambios producto de diversos factores, han producido la aparición de tantos credos, y el hecho que hayan tenido algunos tanto apogeo (y muchas otras veces debacle) es muestra de que el hombre esta hambriento de creer en algo, aunque a veces solo crea en sí mismo y en lo que lo rodea, viviendo de la inmediatez de su existencia, sin importarle demasiado buscar algo superior o trascendental, que es otro tipo de corriente, una que actualmente tiene varios adeptos.
No es el objetivo de este blog tratar estos credos, opciones o suplencias de Dios, lo anterior es solo un marco en el cual pretendo colocar algunas razones muy simplistas, las que califico así por las limitaciones que mencione inicialmente, pero que no dejan de ser, desde mi punto de vista, un testimonio de vida verdadero y que cuenta con fundamentos de fácil y ordinaria aplicación a varios otros casos de vida, entre los cuales espero que se encuentre el tuyo.
Hace unos años, no hubiera tenido el menudo problema que tengo ahora, el tratar de resumir la respuesta a esta pregunta: ¿por qué crees en Dios?. Ahora para iniciar empezare con una pregunta muy ordinaria: ¿qué es aquello que todos los hombres y mujeres buscan en esta vida? Unas respuestas sencillitas podrían ser: la felicidad, la paz, el amor o en otras palabras buscar la satisfacción o realización de la vida.
Así que vamos a enfocarnos en la felicidad, ya que creo que es uno de los motores del ser humano y una de las cosas que lo definen como tal, pues solo los hombres se preocupan de buscar su felicidad, su plenitud, la paz de su entorno y de su conciencia. Cabe resaltar, que me estoy refiriendo a un tipo de felicidad que no se puede comprar, y que incluso no se logra sólo por puro mérito propio. Me explico, si compro un televisor LCD de 42 pulgadas con un equipo de sonido de 12 parlantes probablemente pueda sentir felicidad, pero es muy efímera y superficial, se acaba a los pocos minutos de apagar el televisor, o si me compre un auto nuevo, también sentiré felicidad, pero se termina cuando me bajo del auto y me voy a la cama mientras trato de conciliar el sueño pensando en las cuotas con los respectivos intereses que debo empezar a pagar el próximo mes. Esa felicidad superficial se comprara como cuando, luego de haber estado caminando por horas en el desierto bajo un sol ardiente, encuentro un pañito húmedo, que me sirve sólo para restregármelo en la cara para intentar calmar el calor con el agua tibia impregnado en él, la verdadera felicidad a la que me refiero sería como encontrar una botella de vidrio con agua helada, la que me puedo BEBER hasta saciarme completamente. Entonces pueden ver la diferencia? la felicidad verdadera es una que te llena enteramente, y que al conocerla, piensas que no hay otra como ella, y ya no puedes dejarla, aquella es la felicidad a la que me refiero, y es la felicidad que puedo decir que he llegado a conocer, acompañada de una profunda paz, y unidas ambas con una fe en algo concreto y verdadero. Y cabe mencionar que antes no he sido alguien a quien le ha faltado lo material ni tampoco he sido alguien que ha evitado hincar los dientes en cosas mundanas, lo he hecho, y mucho de ello a mi parecer fue superficial, por ello me parece que puedo dar una opinión con conocimiento y razón.
La primera contra-pregunta sería, ¿cuándo te has sentido realmente feliz? Piensa ahora en un momento en que hayas sido feliz, realmente feliz, creo, si no me equivoco, la mayoría pensará, y esto basado en una encuesta que leí en un periódico, que esa felicidad está asociada a un momento en que sentiste amor por otra persona (o por algo incluso) y esa otra persona te amo de vuelta, digo esto porque en esa encuesta se preguntaba: ¿Qué era lo más importante en la vida para una persona?, las opciones eran, la familia, la profesión, los estudios o el dinero. La opción ganadora fue la primera por un amplio margen, y es que en la familia, lo que uno encuentra es amor y con ello felicidad, está ahí el amor entre el esposo y la esposa (similar al de novios o enamorados), entre hermanos (o entre amigos), entre la abuela y el nieto, etc. Entonces contestando a la primera pregunta, diría que soy feliz, porque me he descubierto amado por un nuevo tipo de amor, uno que no pensé que existía, uno incondicional, uno que al principio imaginaba que podría compararse al de una madre por su hijo, al de la esposa por el esposo, pero luego comprobé que era de ese tipo y todos a la vez, y aún más profundo que todos ellos juntos, lo que sientes es el amor de tu creador, de tu definidor, de aquel que te concibió como tal, y de aquel que te cuida cada día, cada noche, cada minuto, cada segundo, que te quiere tal cual eres, con todos tus defectos y virtudes. Y luego descubres que ese amor, rebasa tu conciencia y tu limitada capacidad de razonar y amar de vuelta, es un amor de locura, que no puedes guardar sólo para ti, sino que necesitas compartirlo y al mismo tiempo descubres cómo se propaga y crece alrededor tuyo y que justamente muchas veces mediante otras personas como tú, es que Dios te hace llegar su amor. Entonces, ¿cómo descubrirse así de amado no te va dar una felicidad plena?, aquí tengo una razón por la cual creer en Dios, porque el conocerle me llena como persona, me completa y me identifica.
La segunda contra-pregunta sería ¿en qué momento tú sentiste paz? paz entendida como un estado en que tu conciencia está completamente tranquila, yo indefectiblemente, antes de mi conversión, me remonto a la infancia, de cuando era un chiquillo de 3 o 4 años (lo suficientemente joven como para que mi mente no se comience a echar a perder con paradigmas erróneos y lo suficientemente viejo para tener uso de razón y memoria), cuando jugaba con cualquier cosa (una cajita de fósforo podía ser el carrito más bonito jamás fabricado), cuando no me importaba el dinero, ni mi aspecto físico, ni mi status social, ni tampoco me importaban decir siempre la verdad, no me importaba nada y normalmente no tenía miedo a nada, y si tenía miedo, ahí estaban mis papás para defenderme, y con ellos, cuando me filtraba a su habitación en las noches o en la madrugada, dormía más rico que nunca. Esa paz desaparece al ir creciendo, las preocupaciones, los deberes y el mundo te comienza a agobiar, y dejas de ser un niño, pero esa paz es a la que me refiero ahora, la de no temer a nada, la de abandonarse y confiar ciegamente en los padres, la de ser un niño nuevamente, es la paz de conocer de que en el mundo adulto en el que ahora vives, existe alguien que te cuidara, que verá que no te falte el alimento, la salud y el amor, que te perdonará tus culpas, que sanará las heridas de tu corazón (mediante los sacramentos), que te permitirá vencer sobre todo aquello o aquel que te quiere destruido, con quien puedes conversar para contarle tus pesares y agradecerle sus dones y ese alguien no es otro humano falible como tú y yo, que seguramente hemos roto más de un corazón en la vida, ese alguien, que existe, como tú y como yo, no es humano, es Dios, es Cristo. Entonces otra razón que tengo para creer en Dios es porque en el día a día de mi vida me demuestra su existencia y la obra que ha hecho en mí, no solamente por la paz que me da la confianza de contar con él, sino por acciones concretas con las que interviene en mi vida, mediante esas “casualidades del destino” o mediante otras personas que utiliza para hacerme saber que él siempre está ahí.
Y para la tercera pregunta, ¿porqué pienso que esta paz y felicidad es la mejor o la más verdadera que puedo conseguir? es una pregunta que también me hice yo, y que me contesté al llegar a una conclusión, pero no fue una concusión que tuve luego de un debate mental de media hora, ni de dos horas, ni de un día ni de dos, sino de mucho tiempo más, varios años podría decir, y aún ahora si a veces me lo vuelvo a preguntar, sigo llegando a la misma conclusión, dado los nuevos hechos que observo en mi vida y la de los demás. Basta ser un poco analítico y observador, si eres analítico, revisa los hechos históricos, ¿qué religión a cosechado tantas obras, tanto bien, tanto desarrollo en la humanidad, desde hace 2000 años, bajo el mismo parámetro, el de seguir a Cristo, como lo ha hecho la religión católica? se que 2000 años en la historia del hombre no es mucho, pero si consideras todos los regímenes e ideologías que han ocurrido desde entonces, todas han desaparecido o se han debilitado, pregúntate ¿qué posibilidades hay que el hijo de un carpintero, de un pueblito perdido en el desierto, sea el personaje más famoso de la historia de la humanidad a través de los siglos y su importancia en la sociedad de los creyentes y no creyentes parece no disminuir, sino aumentar con el tiempo?, ¿qué posibilidades hay que un grupito formado por algunos hombres nada sobresalientes, como pescadores o pastores hayan logrado que su movimiento se haya multiplicado a miles de millones a nivel mundial, en cientos de países y lenguajes a lo largo de la historia?. Fue por la imposición de los reinados católicos? fue por las guerras santas que se libraron en las cruzadas o la conquista de los pueblos más débiles? crees que solo fue eso? me parece que si hubiera sido el resultado de la dominación de una cultura, la Iglesia Católica ya habría desaparecido hace bastante tiempo, como cualquier dictadura que aparece y desaparece. Esta no ha desaparecido, ¿por qué está tan vigente entonces? ¿por qué continua conquistando corazones? es que es un plan bonito? que te habla de amor, de paz y de felicidad? si, claro, son los fundamentos de mi tesis en este blog, y que he utilizado por ser cosas concretas que he podido experimentar, pero tampoco se queda ahí, no se queda sólo en lo "bonito" que recibes, sino que te das cuenta que detrás de todo ello hay un Dios, un Dios que se hizo hombre, Cristo, que ese Cristo no fue una leyenda, sino que realmente vivió en la tierra, vino a salvar a la tierra a fundar su Iglesia y a salvar a TODOS los hombres, y hoy sigue actuando, está tan vivo como tú y como yo, y por ser hombre y Dios, nos puede comprender y amar tanto, por él esta Iglesia ha subsistido todos estos años, porque está compuesta por hombres falibles pero también está guiada e inspirada por el Espíritu Santo y finalmente es este quien termina de atraer a los corazones a descubrir esta fuente de amor que no se acaba y los unifica en un solo cuerpo encabezado por Cristo. Esta es la gran diferencia con todas las religiones y opciones de vida, que no las critico directamente, pero pienso que si tienes la oportunidad de conocer esta, hazlo, yo la he visto curar a muchas personas y las he visto con esa paz y felicidad de la cual hablo, que espero que todos puedan tener, y que es el motivo de porqué siento la necesidad de escribir este blog, y así como yo, miles de otros hacen mucho más por dar a conocer esta verdad.
Para finalizar, me hago una pregunta más, que pasaría si todo en lo que he creído fuera mentira?, que la religión y la existencia de Dios fuera pura "sugestión mental", que mi psicología decidió tener un Dios como mecanismo de protección, y que llegara a un punto de auto negación que no viera los hechos como los milagros, que son miles los confirmados por la Iglesia con todos los medios científicos sin ninguna explicación natural y miles más sin confirmación, que me negara a otro hecho que por sí mismo haría convencer a muchos, que es el testimonio de vida de miles de santos que existieron y existen ahora en el Cielo, que no conocieron fama, ni poder, ni gloria pero que consumieron su vida por puro amor a Cristo y por él a los que lo rodearon, que ese amor parece inexplicable y no se entiende porque en este mundo en que pareciera que la filosofía de vida reinante es vivir y disfrutar lo mejor que puedas aquí y ahora, ellos dieron su vida por dar a conocer a Cristo porque sabían (y saben) que es el único médico que puede curar las heridas del alma, y hoy en la actualidad existen muchos otros héroes anónimos que tratan de llevar esta verdad a los lugares más recónditos del planeta con obras concretas de caridad como llevar ayuda médica, educación y apoyo económico y moral a los más necesitados de la sociedad humana, y lo hacen por amor, porque descubren a Cristo en aquel que los necesita y han comprendido que lo más importante en la vida es aprender la lección del amor. Si fuera completamente ciego a todo ello y a las manifestaciones de Dios mismo a través de las apariciones de sus santos, de los cuales la Virgen María (de quien también prometo hablar pronto) ha sido la protagonista de muchas, completamente documentadas entre las cuales se cuenta la de Fátima en la que miles de personas observaron un fenómeno solar sin ninguna explicación científica y que ocurrió exactamente el día que la pastorcita Lucía dijo que ocurriría porque la misma Virgen dijo que daría una prueba para que todos crean y así ocurrió. Si fuera completamente necio que al conocer todo y la rica y sabia doctrina de la Iglesia fundamentada en las enseñanzas del mismo Jesucristo e inspirada por el Espíritu Santo luego de él, que tiene una respuesta a toda pregunta que el hombre pueda tener sobre cómo alcanzar su plenitud, pero que muchas veces no es conocida y mas bien es duramente criticada y perseguida. Si tuviera todo esto frente a mí y DECIDIERA no creer, o si mas bien, poniéndome en otro punto de vista, no conociera nada de esto, no te parece un buen tipo de vida? Es decir, si yo fuera completamente escéptico por los motivos que tuviera o simplemente alguien que no conoce de lo que estoy escribiendo, entonces creo aún así vale la pena cuestionarse si la vida que vivo es una con la que me siento completamente feliz y pleno, y si no, si hay algunas cosillas que te inquietan, si tienes algunas cosas guardadas en el ático, si sientes un vacío en el corazón que no sabes cómo llenar, si piensas que la vida es solo una rutina y que el mundo que te rodea parece bueno pero en el fondo sientes que no te satisface, antes de ir con un psicólogo, te recomiendo que trates de conocer a Jesús.
Y hoy, al finalizar este año, es buena oportunidad de leer el libro de tu vida, y revisar cómo te ha ido hasta ahora y cómo planeas escribir en las próximas páginas, espero que estas líneas te sirvan para reflexionar un poco, este es el motivo que tengo para hacerlas, porque siento que luego de conocer y asumir mi condición de hombre creado por Dios, salvado por Cristo y alimentado por el Santo Espíritu no me queda otra que divulgarlo por este medio, porque es una verdad que mereces conocer. Espero quieras encontrarla. Jesús te espera.
jueves, 26 de agosto de 2010
Unidad
Esto en realidad refleja una realidad social, en mayor o menor escala. Las personas, dentro de diferentes círculos viven en comunión con otras personas, quieran o no, las acciones que realiza cada persona tienen alguna consecuencia sobre el resto de personas con las que conviven. Estos círculos pueden ser el de la familia, el de las oficinas o el trabajo, el de las personas en una combi, el de un club, el del barrio, el de una ciudad, el de un país o incluso el del mundo. Es decir, todas las personas que conforman la humanidad se deben en cierta forma unas a otras, tienen alguna clase de vínculo con el resto. Esto es innegable, el primer vínculo que formamos, antes de nacer incluso, es con nuestras madres, y desde ahí pasamos nuestra vida vinculándonos con otras personas. Incluso por más que alguien se convierta en un ermitaño, aún su ausencia en el mundo significa algo para el resto.
Ahora profundizando un poco más en la idea, imaginemos que este vínculo puede superar el tiempo, es decir las acciones de las personas que existieron antes de nosotros, también han tenido algún efecto sobre nosotros, en mayor o menor medida, y así mismo, nosotros, con nuestras acciones actuales de alguna manera estamos definiendo el futuro de las personas que existirán, entonces está claro que esta vinculación sobrepasa el tiempo.
Como resultado de esta reflexión hasta ahora podríamos pensarnos como parte de una gran unidad, de un gran equipo o de un gran cuerpo si se puede decir, donde todos somos una partecita de él, donde no importa el tiempo ni el lugar en que existimos, este cuerpo es la unidad de la humanidad de la cual deberíamos ser consientes al vivir nuestra vida, el saberse parte de algo muy grande dentro del cual tenemos algún rol que cumplir para que este cuerpo funcione correctamente. Esta vinculación supera razas, edades, ideas, idiomas, culturas, religiones, filosofías, lugares, es una alianza única de la cual sólo los humanos podemos tener conciencia.
Un ejemplo simple, yo soy ingeniero informático, uno de los miles o millones de ingenieros informáticos que existieron, existen o existirán en el mundo, pero si yo desarrollo un programa que permita llevar la contabilidad de una empresa pequeña y el software esta bien hecho, entonces es posible que esta empresita pueda funcionar bien y pueda prosperar y crecer, lo cual se reflejara en ganancias para que pueda progresar, bienestar para sus empleados y sus respectivas familias, los niños de estos podrán tener educación y se convertirán en otros hombres o mujeres que formaran parte de la sociedad. Así cada acción tiene un efecto sobre el resto, desde el más pequeño y aparentemente insignificante, al más extraordinario. La consecuencias o efectos de estas acciones son simplemente insondables.
Hasta el momento creo que la idea va clara, pero hagamos un pequeño ejercicio para darnos cuenta lo que quiero decir con esto de la unidad de la humanidad, lee el siguiente párrafo y luego medítalo con los ojos cerrados por unos minutos:
Piénsate primero solo, completamente, en una pradera verde, muy grande, inmensa, en la cual no ves límites. Ahora piensa en alguien que conozcas, seguramente va ser la persona que más quieras o frecuentas actualmente, ahora piensa en otra persona y tómalas a ambas de la mano, así te queda uno a cada lado. Ahora imagínate que las dos personas que tienes tomadas de la mano, piensan en otras dos personas, considerando que no pueden ser ninguna de las personas que tu elegiste primero, entonces veras como la cadena de personas que se van tomando de la mano contigo ira creciendo y creciendo, seguramente en algún punto si pensaste en tu familia, podría pensarse que el fin de la cadena seria cuando se acaben los miembros de tu familia, bueno probablemente alguno de ellos piense en alguien que no es de tu familia entonces iras viendo como esta cadena crece aún más. Un detalle más, el tiempo no es importante, es decir tus abuelos se pueden tomar la mano con sus padres y estos con sus padres, a pesar de que ya hayan fallecido, e incluso si tú piensas tener hijos puedes tomarte de la mano con tus futuros hijos, y ellos con sus hijos, etc. Piénsalo unos minutos.
Verás que esta cadena de personas es como tu equipo, la gran hinchada de la cual formas parte, tu unidad, que en realidad es la unidad de la humanidad completa, es tu cadena de personas en la cual encontrarás gente de todos los tiempos y lugares, porque en algún momento alguien de tu cadena traspasará las fronteras de tu ciudad, país y continente y así estarán todos unidos, tomados de la mano.
Ahora, pensando en este cuerpo, y viendo tantos errores que ha cometido en su historia, muchos pensaran: “¡Qué cuerpo enfermo debe ser!”, pues cuantos males se han generado por la humanidad, para la humanidad: guerras, genocidios, accidentes o enfermedades causadas por inventos humanos, gobiernos dictatoriales, filosofías o ideologías que simplemente quieren destruir la naturaleza digna del ser humando, etc. Miles de acciones negativas que obviamente tuvieron su correspondiente efecto sobre otras personas. Y esos son ejemplos extremos, pero yendo a lo cotidiano, ¿Qué efecto tan irreparable puede tener cuando alguien habla mal de otra persona? O cuando alguien no brinda algún tipo de ayuda a otra persona, pudiéndolo hacerlo, en forma económica o con una palabra o gesto de apoyo, y encima de que no lo hace trata de hundirla más. Eso muy destructivo también. Entonces como podemos pensar en un cuerpo saludable cuando tantas partes que lo conforman parecieran que se quieren destruir unas a otras. De esto se puede inferir fácilmente que la peor desgracia que puede sufrir la humanidad es la separación, la división de los miembros del equipo, la paradoja completa de su naturaleza, la lucha entre los integrantes de la misma hinchada, es el inicio de su propia derrota y de su suicidio colectivo.
Para hacer más gráfico esto, imagínate la cadena de personas que formaste hace unos minutos mentalmente, y piensa en lo anterior, puedes ver como algunos se están peleando, a pesar de estar tomados de la mano, otros están enfermos o tristes tirados en el suelo unidos de la mano de otra persona, la cual simplemente voltea la cara para no verla, otros están como locos hablando solos o con las piedras, en vez de hacerlo con el que está al costado, algunos están haciéndose daño a sí mismo y otros quieren separarse pero no pueden y no se dan cuenta que todos forman parte de una sola cosa, y encima de todo, comienza una lluvia torrencial y soplan fuertes vientos, el miedo los invade y el ánimo de todos se pone aún peor, es un caos. Puede resultar un poco dolorosa ver esa escena especialmente si ves gente conocida o querida por ti en estas circunstancias. Y tú tratas de hablarles, tratas de poner orden, tratas de decirles que cooperen para pasar el temporal, pero no puedes, tal vez logras que algunos vuelvan a la armonía pero la mayoría sigue igual, entonces un tanto desanimado piensas que necesitas algún tipo de ayuda.
Bueno si volvemos a pensar en el plano espiritual, esto tiene solución.
La solución se fundamenta en otra idea, que la mayoría considera como cierta, es que Dios existe (prometo en el próximo blog, escribir las razones sustentadas de porque creo que existe), entonces si existe y siendo Él el creador de este cuerpo de la humanidad, algo tenia que hacer para tratar de repararlo, porque al darnos el libre albedrío, terminamos haciendo muchas cosas incorrectas, así que por amor, decide ayudarnos.
Volvamos al plano de la imaginación, observemos a Dios Padre que ve que su creación se está destruyendo, decide hacer algo, como él es Dios, no es humano, así que decide encarnar a su Hijo para salvar la humanidad, ojo, no crea a su Hijo, porque sino el Hijo no sería Dios, sería creatura, y debe ser Dios para salvar la humanidad, así que sin dejar de ser Dios se hace también humano. Así encaja en esta unidad de la humanidad, se convierte en parte de este cuerpo, imagínense esa idea, volvamos a la cadena de personas que formaron hace unos minutos y pensemos que en algún momento, alguien de su cadena, atravesando el tiempo y el espacio llegue a tomar las manos de Jesús mismo, el Hijo de Dios, y él todo luminoso y poderoso como es, viendo que nuestra cadena de personas esta cayéndose o se quieren separar, aprieta fuertemente las manos de las personas que tiene al costado, contagiando un ánimo y amor impresionantes, lo cual hace que estas aprieten fuerte las manos de quien tienen al lado y este efecto se propaga sobre toda la cadena, es como un halo de luz que cae sobre todos ellos (el Espíritu Santo), y hace que los enfermos sanen, que los tristes se alegren, que el indiferente mire al de al lado y le sonría, que el loco recupere la cordura y que los que quieren separarse, estén ahora más unidos que nunca.
Y luego, frente al mal clima, Jesús da un paso, y luego otro paso, y otro mas y todos despiertan de su confusión y comienzan a andar con él, los que están echados se levantan y comienzan a sonreír y a reír y a ser felices bajo la lluvia, ya no tienen miedo, ya no están solos, ahora están cantando a coro una sola canción, son un equipo nuevamente, todos los hombres y mujeres que existen, existieron y existirán unidos como uno solo, un solo cuerpo, donde Jesús esta al centro y es la cabeza de todos, enfrentando con nosotros los embates de la lluvia y la tormenta que cae sobre todos, animándonos a caminar, porque Él, no solo es otro hombre, es también Dios, el Dios amor, y como nos ama con un amor de locura, nunca nos soltará de la mano, y nunca se desanimará de nosotros, él nos acompañará en las noches oscuras, en los días fríos, en la enfermedad, en la pena y en la desgracia. Y también estará con nosotros en la alegría, en los días soleados, regalándonos siempre su compañía “en espíritu y en verdad”, hasta el día en que lo veamos personalmente y finalmente podamos abrazarle y decirle, gracias.
martes, 4 de mayo de 2010
El Amor no es amado
Por otro lado, conversando con un amigo, me contaba como se había enamorado de una chica, que trabaja con él, pero aparentemente “no le da bola”, él piensa que la quiere mucho, que le gustaría decirle todo lo que la quiere, que a veces, porque son amigos, le da consejos y trata de hacerla sentir bien, y al final él se siente feliz por ayudarle pero luego le queda el vacio, de que en realidad son solo amigos y es probable que ella solo lo vea así siempre. De nuevo volvemos a aquella frustración de amor. Este tipo de frustración también podría aplicarse a aquella que siente una madre, cuyo hijo, a pesar de todos sus esfuerzos, no le obedece, a pesar de todos sus cariños parece no cambiar su rebeldía.
Creo que ya vamos aclarando por donde voy, especialmente con el título de este blog, y es cierto, muchas veces el amor no es amado, a mí en realidad me gusta mucho el caso de la mascota, porque refleja de mejor manera un tipo de amor que realmente duele que no sea amado, que veremos más delante. Pero antes de continuar sería bueno precisar ¿qué es el Amor? He oído muchas definiciones y opiniones, ya sea en canciones de moda o anticuadas, en poemas nuevos o antiguos o en películas en 3D, 2D, a color o en blanco y negro, en opiniones, surgidas de conversaciones con los amigos, durante el almuerzo o compartiendo una tertulia nocturna, todos se preocupan de este tema, en mayor o menor medida, entonces puede ser cierto aquello que dicen que es la fuerza más poderosa que mueve a la humanidad, pero como definición más precisa, rescato una, que una vez la escuche a un amigo, dijo: “es la disposición de la voluntad de ponerse al servicio del otro” por lo formal que sonó pensé que la debió leer de otro sitio, pero creo que sí, es eso, es básicamente mi voluntad puesta a disposición de otra persona, es entregarme al otro, mi tiempo, mi pensamiento, mi esfuerzo, mi todo, entregártelo porque te quiero, porque te amo.
Algo inquietante es que en ninguna parte de esa frase dice “y la voluntad del otro puesta a tu disposición” es decir, el amor en su sentido más puro, es de un solo sentido, porque el amante solo puede tener control sobre el amor que da, pero no sabe si el amado lo ama igual. Entonces yo puedo decir que si amo a mi gato, porque en realidad nunca espero nada de él, me preocupo de que tenga su comida, de cambiarle su arena, de llevarlo al veterinario y aunque a pesar de que a veces le digo que ayude en algo en la casa, en realidad nunca lo hará, y eso no me molesta, pues lo hago solo para saber que él está feliz, o lo que pueda caber de felicidad dentro de su felino corazón.
En el caso del enamorado no amado es diferente, porque siempre va esperar de tener esa correspondencia, es lo natural, pero a veces no se da, entonces es un poco difícil mantener ese amor puro, difícil pero no imposible.
En el caso de la madre si es más factible por el lazo tan poderoso que mantiene con su hijo, creo que de todos los tipos de amores que existen, este es el más puro que puede haber, dentro de la definición mencionada arriba, y al que los humanos podemos acceder. Las mujeres aquí tiene la recompensa por aquellos nueve meses de penurias que deben pasar antes de ver al fruto de sus entrañas entre sus brazos, definitivamente es un vinculo muy poderoso. Por ello pienso también, que una madre que pierde a su hijo porque se fue de la casa, o porque termino en la cárcel, o que lo tiene en un hospital enfermo o en la casa bajo un problema de drogas, debe ser uno de los seres más sufrientes que pueden haber, deben sentir que la mitad de su corazón está destrozado y solo le queda la otra mitad para sobrevivir, aunque también es cierto que estas madres a pesar de todo, tienen la fuerza para continuar amando a sus hijos en el problema en que se encuentren y la esperanza de que pueden llegar a recuperarlos y de verlos felices, porque ante sus ojos son lo más bello que puede haber, solo la muerte las puede abatir, entonces seguro sentirían que el corazón completo se les muere y que quieren morirse con el hijo y que las metan en la fosa con él, es algo gráfico, pero creo que denota un poco el nivel de amor que nuestras queridas madres pueden tener.
Ahora, elevando un poco más estas ideas, ¿de donde vendrá ese amor? ¿es parte del instinto humano de supervivencia? Los animales también protegen a sus hijos, pero no creo que sientan necesariamente amor, tampoco nos podemos comparar con los animales porque tenemos razón, así que este debe tener otro origen, porque no solo es un aspecto o cualidad, es algo que define al ser humano, y una de las cosas que le da sentido a su vida.
Yo creo que ese amor así como la inteligencia, la libertad y la conciencia, son cosas que nos fueron heredadas, que nos fue concedido, de algún sitio del cual aún los científicos no han podido descifrar, porque sino, mediante que fórmula matemática se puede escribir un poema, o que regla lógica puede descifrar de qué me antojare para desayunar en la mañana o que ley social puede hacer sentir la verdadera culpa al ladrón cuando sustrae lo que no le pertenece, no, nada de eso tiene un origen que puede ser determinado a ciencia cierta.
Luego de estas afirmaciones, ya no es descabellado pensar en que Dios existe y es el origen de todo ello, y que estas cualidades tan humanas, especialmente el Amor, es uno de sus regalos y una de las cosas que heredamos de él, para ser semejantes a Él.
Hemos escuchado eso antes, si tenemos un creador, lo más lógico es que seamos parecidos a nuestro creador, sólo que él es superior a nosotros, y su amor también, entonces en un ejercicio de entender esto, me pienso yo como un tipo de gato, que tengo un dueño, que me ama mucho con un tipo de amor y de inteligencia que no entiendo, que no solo me recogió de la calle sino que me creo, definió el color de mis ojos y mi cabello, el tono de mi piel, el tamaño de mi nariz y la cantidad de poros que tengo dispersados sobre mi cuerpo, y no solo eso, también me definió por dentro, que colores, comida o música me gustan, que me conmueve y que prefiero hacer en mi tiempo libre, incluso que debilidades y fortalezas tengo, etc, todo. Por ello es que tal vez conociéndome como me conoce, puede saber cómo transcurrirá mi vida, que decisiones serás las que posiblemente tome, aunque no las tome por mí, así que seguramente se asegurara de que me ocurran cosas que me conduzcan por un camino por el que pueda llegar a ser feliz o lo que pueda caber de felicidad dentro de mi pobre corazón humano, no puede aparecerse frente a mí, para cambiarme la arena, para darme de comer o llevarme al veterinario, pero lo hará mediante otros gatos como yo, pues como nos ama a todos, quiere que nos amemos entre nosotros también, y me conoce por nombre también, me llama por las mañanas para despertarme y regalarme un nuevo día, y piensa en mí en las noches y me vigila el sueño, esperándome, cuidándome. Es un amor de madre multiplicado por cien, por mil, por un millón, un trillón, un infitillón.
Entonces, ¿qué pasa cuando este hijo, esta criaturita que tanto ama, no le ama de vuelta?, pensemos ahora en los sentimientos de Dios, si alguno alguna vez se ha enamorado de alguien y ese alguien le es infiel, o le causa un desaire mayor, puede sentir como ese amor tan grande que sentía, esa luz pareciera que se convierte en total oscuridad, en un dolor profundo del cual parece imposible escapar, bueno imaginen el amor de Dios engañado, el desaire de una madre no amada, la frustración del amante loco de amor no correspondido. Para darme una idea sobre algo concreto puedo imaginar las lágrimas de Cristo en la cruz, abandonado de sus amigos, en una angustia y dolor increíbles, pero enamorado aún de sus hermanos, amándolos desde ahí, colgado con las heridas abiertas y la sangre seca y derramada sobre todo su destruido cuerpo.
Entonces puedo entender a Francisco, el de Asís, llorando inconsolable, gritando, “El amor no es amado, el amor no es amado”, son las lágrimas del hijo que ve sufrir a su madre por amor y la desesperación de verla sufrir sin culpa y la impotencia por no lograr que deje de llorar. Ahora también puedo entender porque existen tantos “locos” religiosos que se consagran a Dios, que siguen a Cristo, que quieren vivir imitándolo, que quieren reparar todo aquel amor herido, puedo entender el fundamento del sacrificio, de la penitencia, del negarse a uno mismo. Todo, todo, es por amor, siempre fue así, y también puedo entender o más bien no puedo entender porque seguimos siendo tan injustos con Dios, porque no le queremos un poco más o simplemente somos un poco más consientes de su existencia concreta en nuestras vidas, y porque existe tanta injusticia con él, pues es algo muy común, que por cuestiones culturales, mediáticas o personales, nos perdemos de él, es decir, no es justo ni para Dios ni para el hombre perderse del amor de uno o del otro, porque en medio se ponen trabas culturales, como los prejuicios contra la Iglesia y contra la religión, la Iglesia es una obra humana (con inspiración y presencia Divina) y como tal siempre tendrá errores y siempre será cambiante, es en realidad un medio para acercarnos a Dios, pero ahora por los ataques que recibe parece que fuera lo contrario, no es justo, porque al que al final, al que se niega no es a los laicos, monjas, sacerdotes, obispos, cardenales o al Papa, se niega a Dios, al Cristo crucificado que nos amo colgado desde su cruz, es como cuando el adolecente crece y sus compañeros les meten la idea de vergüenza que debe tener de su madre cerca porque parece un niñito de mamá, de que es débil por depender de ella, cuando lo cierto es que todos tenemos mamá y sabemos que dependemos mucho de ella, aún a pesar de que tengamos 20, 30, 40 o 50 años, porque la amamos toda la vida y siempre necesitaremos de sus consejos llenos de sabiduría que nos ayudarán en la vida.
Finalmente para ir cerrando, solo me queda concluir, que el amor concreto que sentimos por nuestra madre o seres queridos, es un reflejo de lo que somos, y así como Cristo sufrió por amor, seguramente a nosotros también nos tocará sufrir un poco, pero no tengamos miedo en amar tanto a los que nos rodean como a aquel que nos creo, a quien si aún no conocemos mucho, pidámosle que nos ayude a conocerle. Esta es nuestra naturaleza, nuestra escencia, nuestro camino a la verdadera felicidad.
abnegada madre de 12 cachorros.
lunes, 29 de marzo de 2010
Golosinas callejeras
Un día que caminaba por la calle, saliendo del trabajo, iba como siempre pensando en miles de asuntos, unos encima de otros y otros que no me acuerdo. De repente, un hombrecillo se me acerca ofreciéndome unos caramelos, el tipo tenía un aspecto poco confiable y más bien un tanto amenazador (los surcos en sus mejillas huecas combinadas con cicatrices lo delataban), según alcance a oírle, se trataba de un ex-presidiario que estaba tratando de ganarse la vida vendiendo golosinas. Yo, sin pensarlo demasiado, apure el paso y continué caminando, haciendo caso a esa alerta que se nos dispara cuando se nos acerca algún desconocido con pinta poco amistosa.
Luego de este incidente, obviamente los miles de pensamientos que tenia encima se fueron a algún lugar sin importancia, lo bueno es que se intercambiaron por una reflexión. Me quede pensando en lo injusta que es la vida a veces, digo, si este señor fuera un viejito con cara bonachona, un niño de ojos tiernos o una señora que tiene en brazos un pequeño seguramente la tendría más fácil, por así decirlo, para poder vender alguna golosina que le asegure el sustento diario. Esto me dio pie a preguntarme, ¿Cuál es el motivo para este tipo de drama?, ¿Cada uno merece lo que tiene en la vida? ¿Es la vida algo que nos toca vivir o es la vida algo que debemos ganarnos? O es simplemente una serie de eventos aparentemente fortuitos ante la cual simplemente no nos queda otra que aceptarla de la mejor manera.
Son demasiadas preguntas, muchas que tocan un fondo sobre el cual miles de hombres y pensadores han debatido y llegado a diferentes respuestas. Como no pienso desarrollar una tesis completa en este pequeño espacio, solo tratare de coger un punto para llegar a otro y ver que se desarrolla en el camino. Las otras preguntas quedan ahí pendientes, espero tocarlas en próximas ediciones de este blog. Volviendo al caso del amigo vendedor de golosinas, pienso que seguramente mucho de lo que le ha tocado vivir ha sido el resultado de ciertas decisiones que ha tomado en la vida, las que finalmente le llevaron a la cárcel, pero también hay otro conjunto de decisiones que otras personas tomaron por él y que influenciaron en su destino (probablemente de alguna mala compañía) y también hay un tercer porcentaje que no se debieron a decisiones directas de las otras personas o de él, pero que podríamos decir que caen en los hechos fortuitos que también decidieron cómo y porqué terminaría vendiendo golosinas en aquella avenida.
¿Qué quiere decir esto? ¿Que nuestro destino se construye sobre el azar con lo cual nos asemejamos a la hierba en el campo a la merced del clima? ¿No somos dueños de nuestro propio destino? ¿Nuestro destino depende de la sociedad en la que vivimos? Después de darles vuelta por aun rato, estas nos conducen indefectiblemente a otras tres preguntas fundamentales y profundas: ¿Quiénes somos?, ¿Porqué estamos acá? Y ¿A dónde vamos? O resumidas en una: ¿Cuál es el sentido de la vida? Repito, no me iré por las ramas filosóficas, solo haré una pregunta más simple, este señor golosinero, en algún momento, se habrá podido hacer esta preguntas? ¿Quién soy? ¿Qué quiero ser? Y lo más importante, ¿habrá llegado a una respuesta? Aunque sea imprecisa? Lo dudo. Creo que la respuesta a esa pregunta inconsciente se la fue dando la vida misma por los golpes que le fue propinando. Ahora, ¿solo a él? Su caso es uno relativamente extremo, pero y nosotros? Creo que muchos de nosotros no hemos profundizado en eso tampoco, y a excepción de unos pocos, muchos hemos sentido que el destino ha sido el que de alguna manera nos ha “empujado” hacia aquello que llamamos, nuestra vida, nuestro trabajo, nuestra profesión, nuestros amigos, nuestro quehacer diario, etc. Sobre todo ello hemos tenido una cierta decisión pero mucho ha ido fuera de nuestro control. Bajo estas aseveraciones, podríamos decir que somos empujados por una serie de eventos fortuitos sobre los que no tenemos control, lo cual en realidad no necesariamente es así, pero es solamente un punto de vista.
Ahora veamos otro punto de vista mejor, si la mayoría es empujado por la vida, entonces debe haber una minoría que no, una minoría que siente que vida la han construido ellos mismos, ¿cuál es la diferencia entre ellos y el resto? Obviamente las reglas juegan para ambos grupos de la misma manera, entonces la respuesta debe estar en las personas mismas, en lo que piensan. ¿Y que piensan? Pienso que piensan en una idea, en algo sobre lo cual fundamentan su vida, en aquello que les pueda proveer de un piso para que en los momentos que la lluvia caiga sobre la hierba y la arranque el viento sepan cómo hacer para nacer nuevamente en nuevos retoños, y, ¿cuál es esa idea? Yo creo que es la esperanza, la seguridad de esperar que algo bueno se podrá alcanzar mediante esfuerzo o medios que esa persona se da cuenta que puede disponer, eso depende entonces de un mero ejercicio intelectual, cosa muy inherente del ser humano, algo concreto con lo que puedo identificar esta idea es la religión, pues ella provee de aquella esperanza que se llama fe. Esa puede ser una de las explicaciones de por qué todo hombre a través de la historia ha necesitado de Dios, y lo ha tratado de buscar e interpretar de diferentes maneras. Ese pensamiento de trascendencia que va más allá de la propia humanidad es uno (no digo el único, pero sí el más natural) de los que da sentido a la vida, el saberse creado para algo y para creer algo, porque en el corazón tenemos cosas que están grabadas y no es posible encontrar una explicación de quien las puso ahí, pues no caben en el ámbito del instinto, me refiero a cosas como el amor, la felicidad, la libertad, la creatividad así también el odio, la concupiscencia y otros aspectos que hacen del hombre, hombre.
Y todo empezó con un señor vendedor de caramelos. La conclusión a la que puedo llegar es que nuestro destino y nuestra finalidad en esta vida es la de ser seres humanos, y ello implica cuestionarnos a nosotros mismos, que nos hagamos responsables de nuestra vida y del entorno en el que vivimos, para poder saber que el intelecto no es un regalo que nos fue dado al azar, sino que es un regalo que debemos saber usar, para encontrar la VERDAD, y ¿cuál es esa verdad? Pues una verdad comprobada por mi experiencia personal y otros miles de millones de hombres a través de la historia, es que existe un Dios, que es llamado el Dios del amor y que nuestra misión en la vida es la de ser feliz aprendiendo a amar, porque el amor es lo único que nos puede asegurar una vida verdaderamente plena en esta época. Y algo que podría decir de este Dios, es que no es algo abstracto, no es una idea o filosofía, sino que es una persona, como tú y como yo, que incluso tienen nombre de persona (Jesús) a quien se le puede pedir ayuda a tomar esas decisiones de la vida y alguien en quien podemos confiar que sabrá cuidar de la hierba del campo en los días de tormenta.
Y si no conocernos a este Dios, a esta persona, cómo hacerlo? como confiar de esta manera en alguien invisible? Pues esa confianza es precisamente la fe, es la esperanza que debemos cultivar en nuestras almas y corazones, digo cultivar porque implica un trabajo y una disposición, es decir, uno no va empezar a creer de un día para otro (a menos que así lo quiera Dios), la fe es algo que se va ganando y trabajando, algo que se va pidiendo al mismo Dios, hasta que se nos es concedida, pero para tenerla hay que primero pedirla, o pedir para que alguien que sabemos que la necesite la tenga (eso se llama intercesión, alguna vez desarrollaremos también ese tema). Este trabajo esta netamente ligado al intelecto, la libertad y la razón, pues no se cree por creer, sino que hay fundamentos y razones para hacerlo, que cada persona puede dar según su experiencia de vida.
Finalizo señalando que justamente el tiempo de Semana Santa en que este blog es publicado es un tiempo muy oportuno para pedir que se nos conceda esta fe, que se nos permita esa esperanza que necesitamos para caminar en la vida, esa ayuda que necesitamos para tomar nuestras decisiones, esa protección en los días de lluvia. Dios, siendo tan generoso como es, no se resistirá en concederla. Felices Pascuas.
domingo, 14 de febrero de 2010
Una Sola Carne
Hace unas semanas, fui a visitar a un amigo que se encuentra recobrándose de una enfermedad que le pudo costar la vida, ahora se encuentra postrado en su cama, con una parálisis parcial, solo puede mover un poco los brazos, puede hablar, aunque tiene parte del rostro paralizado y aunque su lucidez es normal, no puede valerse por sí mismo, esa era la tercera vez que iba a visitarlo y anteriormente ya había notado algo que aquella vez volví a confirmar. Era como a pesar de tener esta enorme dificultad, su esposa esta ahí para atenderlo con todo el cariño que podría tener una madre por su hijo, la imagen de ella amándolo de esa manera fue realmente conmovedora. Esto no debería dejar de ser gran cosa considerando la situación de la sociedad actual, quiero decir, cuál es la diferencia que tiene esta pareja con respecto a aquellas de las que se leen en los diarios, o en lo noticieros mañaneros, por el trágico final que tuvieron, violencia doméstica, infidelidades, raptos, juicios por alimentos y hasta homicidios entre otros. Es una comparación extrema, pero sino veamos en nuestro entorno, o en las familias o parejas que conocemos o incluso en nosotros mismos, cómo enfrentaríamos una situación como esta?: levantarse cada mañana a prepararle los alimentos especiales para tu pareja enferma, darle de comer, asearla, acomodarla en su cama, conversar con ella un rato porque no la vas a dejar abandonada todo el día, curarle sus heridas, soportar su desánimo o mal genio y regalarle palabras bonitas y de aliento para que sepa que aún hay esperanzas de mejora, y lo más importante, no quebrarse, no llorar para no desanimarlo aun más, sin importar cuan doloroso sea ver aquella persona que amas tanto en una situación tan lamentable, soportar la idea de que aquella a quien amas esta sufriendo y tu no puedes hacer nada al respecto, más que mantener la esperanza de que se mejore con su voluntad y la tuya.
No suena fácil. Ciertamente no lo es. La simple idea de esto podría hacer pensar en que no todos tenemos esa fuerza interna como para soportar esta situación. La pregunta entonces sigue ahí, porqué ellos si? Será que están tan enamorados?, será la fuerza del amor la que le alimenta a ella para amarle hasta que la muerte les separe? (de donde es esa frase?, la respuesta la vi en un cuadrito colgado en su sala) si, parece que por ahí va la respuesta. Es la fuerza del amor, si, pero, ¿cómo estar seguros? o ¿cómo saber si nosotros tendremos esa fuerza para atravezar alguna situación difícil con nuestra pareja, somos lo suficientemente poderosos como para controlar nuestros destinos y nuestro alrededor para evitar que una tragedia pase por encima de nuestro hogar? pues, no. Entonces necesitamos de una ayuda. Necesitamos que alguien nos diga, Uds. no deberán preocuparse porque la fuerza del amor caerá sobre Uds. y podrán enfrentar cualquier situación y solo la muerte podrá separar su unión. No es poca cosa cierto? si uno esta enamorado, lo mínimo que piensa es querer continuar con esa persona, por ello la tratas de ver diariamente y eventualmente piensas en vivir con ella, en esos momentos no piensas: "bueno esto deberá estar durando unos días más y seguro se termina", no, normalmente piensas en vivir un poco más con ella, pero siempre esta la incertidumbre de si ese amor no se acabará.
Volviendo al caso de mi amigo, me pregunto, qué hubiera pasado si ellos no hubieran realizado el sacramento?, tal como ellos mismos me contaron que casi no lo realizan, pero lo hicieron finalmente porque su plan original de realizarlo con una ceremonia un tanto más light por así decirlo, no les funciono, así que finalmente optaron por la ceremonia católica, y como ellos mismos me dijeron quedaron muy felices porque les salio "muy bonita", lo cierto es que aparte de ser bonita, concientes o no concientes se llevaron un regalazo, que es aquella fuerza de la cual hablamos líneas arriba y que estoy seguro es el agente que les ha permitido sobrevivir sus dificultades.
Volviendo por donde empecé, aún caminando aquel domingo, recuerdo nuevamente aquella escena que empezó este escrito, se trataba de una pareja de esposos ancianitos, sus ropas indicaban que no eran de grandes recursos económicos y en sus cuerpos se podía notar el peso del paso de los años trajinados sobre sus vidas, yo estaba sentado en una banca en la parroquia cerca a mi casa, y ellos entraron tomados de la mano, afirmándose uno al otro, como si uno fuera el bastón del otro, se sentaron dos bancas delante mio, y se quedaron ahí en silencio, mirando la cruz que había al frente, la señora apoyo entonces la cabeza sobre el hombro de su esposo, él le acaricio un poquito y siguieron ahí en silencio, ella descansando sobre él y ambos mirando la cruz, que coincidentemente era la misma cruz bajo la cual mi amigo se había casado años atrás, lo supe por la imagen que vi colgada en su sala aquel día de la visita y al reconocerla les pregunte por ella y me contaron la historia.